¿Por qué memorizar las Escrituras?
Últimamente he estado observando un interés creciente en memorizar las Escrituras. Veo que Tim Challies es el anfitrión de su propia serie de memorización de las Escrituras, y veo a Ryan Fergusson cautivar a su audiencia con sus recitaciones memorizadas y muy dramáticas de las Escrituras.
Pero una de las razones más estimulantes la encontré en un sermón de John Piper llamado “If My Words Abide in You: memorizing Scripture shapes the way I view the world by conforming to God’s viewpoint” (“Si mis palabras permanecen en vosotros: El memorizar las Escrituras moldean la manera en que yo veo al mundo a la manera en que Dios ve al mundo”). Así que, ya sea que desees memorizar un solo verso o todo un libro, intenta estas estrategias que te ayudarán a memorizar mejor.
1. Lee repetidamente
¿Sabías que puedes memorizar las Escrituras durante tu devocional matutino? En vez de ir una y otra vez a través de tu lectura diaria, haz una pausa y acampa en un solo verso por un largo tiempo. Te aseguro que no lo lamentarás.
2. Presta atención
Suena muy obvio, pero a menudo es muy ignorado. Simplemente esfuérzate a ti mismo a estar consciente de lo que estás leyendo: Puede ayudarte a interiorizar las palabras. La repetición ayudará a tu mente a enfocarse. Lo que tienes que hacer ahora es recordar lo leído.
3. Visualiza lo que estás leyendo
Toma el Salmo 1:1 por ejemplo: “Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado”. Tu primera tarea será ver las tres acciones que se hablan aquí: Caminar, pararse y sentarse. Si puedes ver las tres acciones principales, entonces puedes empezar a memorizar las palabras que están alrededor.
4. Crea palabras claves
En el ejemplo anterior, tus palabras claves son palabras como caminar, pararse, sentarse. En Colosenses 1:15, mis palabras claves son imagen, invisible y recién nacido. Cada vez que me pierdo mientras estoy recitando un pasaje, doy un vistazo a mis palabras claves para orientarme.
5. Aprende a Reconocer los patrones
En el Salmo 1:1, después de la primera línea, las próximas tres oraciones siguen este patrón: un verbo, un nombre y un adjetivo. Piensa en cada una de éstas como una cubeta a la que echas tus gotas de palabras apropiadas en ella.
6. Empieza por lo más fácil
Ahora, algunos pasajes son mas fáciles de recordar que otros. El Salmo 1 es muy fácil. Una página de Romanos es muy difícil. En tu primer esfuerzo para memorizar grandes fragmentos de las Escrituras, no se te ocurra tomar el libro de Romanos. Construye cierta confianza memorizándote el Salmo 1 o el Sermón del Monte.
7. Tambaléate
Lo siento: No como si estuvieras embriagado. Lo que quiero decir es que te memorices un pasaje fácil, entonces un pasaje difícil, luego un pasaje fácil. Dale a tu cerebro un descanso. Esto es una manera de no saturar tu cerebro y quemarlo.
8. Construye asociaciones memorables
Si quieres recordar secciones difíciles de las Escrituras como en Romanos 1:18-20, te ayudará el imaginarte a Dios asomándose como una cadena de montañas sobre el mundo para representar los tres versos. Esto es una imagen robusta difícil de olvidar.
9. Ancla asociaciones memorables entre capítulos
Estas palabras ricas en imágenes pueden ayudarte cunado estás tratando de memorizar capítulos completos de la Biblia. Ellos te orientaran a una escala mayor.
10. Haz algo de trampa
Una vez has absorbido grandes porciones de las Escrituras, no sientas temor de tener una hoja de papel a la mano con las palabras claves de la sección guiándote a encaminarte cuando necesites algún que otro recordatorio.
11. Narra
Algunas veces es de mucha ayuda describir en tus propias palabras lo que estás tratando de memorizar. Esto también te ayudará a construir asociaciones memorables, palabras claves y desarrollar palabras que te sirvan de ancla.
12. Apégate a un ritual
Me encuentro más fácil memorizar las escrituras en mi auto cuando tengo que realizar un largo recorrido, y antes de dormir. Especialmente al iniciar en la disciplina de la memorización, se me hacía muy difícil recordar los pasajes en cualquier lugar excepto en estos lugares, así que, hasta que adquirí confianza, me apegué a mi ritual.
13. Cántalo
Prueba con la ópera. O con un musical. El punto es que sea bien dramático. Como si estuvieras en una obra teatral. De hecho este es mi truco favorito. ¡Lo recomiendo!
14. Intenta técnicas mnemotécnicas
Muchos de nosotros aprendimos claves para aprendernos los colores del arco iris. Inventa tus propios mecanismos para memorizar palabras anclas o más. En el Salmo 1:1, tu palabra sería ACS o Andar, caminar y sentarse.
15. Enlista tu cuerpo
Si la técnica de nemotecnia no es lo tuyo, usa las partes de tu cuerpo. Un ejemplo clásico de esto es Efesios 6:10-18, la armadura de Dios: Cintura, pecho, pies, brazos y la cabeza completan la armadura, y puede ayudarte a navegar a través de este largo pasaje.
16. Repita el alfabeto
Digamos que no puedes recordar esa palabra grandota en 1 de Juan 2:2. Corre a través de tu abecedario. Cuando llegues a la P, esto disparará el gatillo de la palabra que se te escapó: Propiciación.
17. Digítalo
Una manera de memorizar algo como en Juan 1:1-3 es digitarlo en tu propia computadora. No una vez, no dos veces, sino diez veces o quizás mas. Tú decides cuanto.
18. Escúchalo
Después de digitarlo, luego léelo en voz alta y grábalo. Entonces escucha la grabación una y otra vez.
No te olvides: mientras trabajas en la memorización, apaga la TV, desconecta tu IPOD y apaga tu computadora. Retendrás mucho más.
John Piper
Desiring God Ministries, Marzo 20, 2009
Traducción cortesía de Deisy Rodríguez
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